F es una
niña de 8 años, vive en Puebla con sus padres. Lamentablemente meses antes de
iniciar el nuevo ciclo escolar su mamá, quien estaba embarazada, sufre un
accidente automovilístico y pierde la vida. El padre de F no se sentía capaz de
atender a la niña y decide enviarla a Monterrey con su tía, quien tiene tres
hijos pequeños, uno en segundo grado, otro en quinto y el tercero de ellos el
más pequeño presenta una discapacidad; F jamás había tenido una relación
cercana con la familia de su tía debido a la distancia entre ciudades.
En su nueva
escuela, F no la estaba pasando muy bien; su maestra era muy estricta, la
profesora pensaba que tenía que ser fuerte con la niña ya que si se portaba
condescendiente le causaría más daño a la niña y le impediría el salir más
pronto de su situación emocional, la maestra aún sabiendo que la niña ya tenía
un retraso en la lectoescritura que por consecuente le provocaba más dificultad
en el resto de las materias, es decir F era muy lenta en realizar los
ejercicios, ya que tardaba mucho en poder leer las instrucciones y
comprenderlas. La maestra no le daba el tiempo necesario para realizar los
ejercicios y le decía que no fuera perezosa que trabajara, y no le daba más
tiempo para terminar. En los exámenes bimestrales la niña reprobó casi todas las materias. La
maestra decía que no nos encariñáramos mucho con la niña, ni que le dedicáramos
tanto esfuerza ya que muy probablemente
el siguiente ciclo escolar F se regresaría a Puebla.
Dentro del
aula, apoyaba una alumna de una universidad quien realizaba su servicio social,
la función principal de la alumna era apoyar a aquellos niños que presentaran
mayor dificultad académica, de manera que ella
se acercó a F para ayudarle en las clases y actividades. F no tenía
amigos en su nueva escuela, en el salón de clases casi nadie le hablaba, y en
ocasiones sus compañeras decían que era rara y que lloraba mucho; en el recreo
F no jugaba con nadie, estaba sola o se
acercaba a los intendentes para platicar, al inicio pasaba los recreos con la
alumna de servicio social, platicaban, iban a la capilla a rezar y comían
juntas pero después de varios días la maestra del grupo le pidió a la chica que
ya no lo hiciera ya que F se acostumbraría a ella y así nunca haría amigos,
además la maestra empezó a designar nuevas funciones a la chica de servicio,
como revisar exámenes, libretas, ejercicios, entre otros, con lo cual fue
imposible dar seguimiento académico a F.
En
cuanto a su nueva familia, F tampoco
estaba contenta, sus primos la molestaban, la agredían verbalmente, además varias veces la niña lloraba en el
recreo ya que el lonche que le daba su tía no le gustaba, por esa razón la niña
decía que su tía no la quería.
Otra
desventaja fue que en esta institución únicamente contaban con un psicólogo que
debía atender a toda la población de primaria y de secundaria, además se podía
observar que en infinidad de ocasiones
le pedían que realizará otras actividades de manera que era casi
imposible que se diera el tiempo para tratar el caso de F.
Por
desgracia, tal y como dijo la maestra, el siguiente curso F regresó a su
ciudad, pero no con su papá, sino a vivir con su abuelo, lo cual es un nuevo
cambio emocional para la niña.
¿Cómo
ayudar a F?
Desde el
punto de vista psicopedagógico, se da por un hecho que lo primero que se debe
trabajar en este caso es la restauración emocional de la niña, y no es que lo
académico no sea importante pero, ya que
además del duelo por la pérdida de su madre se duplica la confusión y
desestabilidad al cambiar su vida tan abruptamente, cambia de ciudad, cambia de
escuela, ya no ve a su padre, el vivir con una familia con la cual no tenía una
relación previa, y esto aunado a sus problemas académicos.
En cuanto a
su nueva familia se recomienda:
·
Que
la tía dedique al menos un día a la semana el salir con F a pasear (únicamente ellas dos) para que
empiecen a conocerse una a la otra, que crezca el lazo de confianza, de afecto,
y así que la tía reconozca los gustos, habilidades y emociones de F. Por
ejemplo en el caso del lonche la tía puede darse de cuenta de que comida le
gusta más a la niña y sorprenderla algún día con este detalle.
·
La
tía debe hablar con sus hijos, hacerles conscientes de la situación por la que
está pasando F, y cuáles son los motivos por los que ella está viviendo con
ellos. Debe hacerles ver que ella no los va a dejar de querer, al contrario que
ellos deben apoyar a su prima y darle todo el amor.
·
Una
manera de unir a la familia es mediante el entretenimiento a través de juegos
de mesa, en donde todos los integrantes puedan participar.
En cuanto a
la escuela se recomienda:
·
La
maestra deberá hablar con los alumnos del grupo acerca de la situación por la
que está atravesando F, esto con el fin de que los alumnos se sensibilicen y
traten de integrarla al grupo.
·
La
maestra deberá realizar actividades de integración:
-
Hoja
de características, gustos, hobbies entre otros. La maestra deberá pedir que
todos se pongan de pie, les dará una hoja en donde haya distintas oraciones
como escribe el nombre del compañero al que le guste jugar futbol, entonces el
alumno deberá acercarse a sus compañeros y entablar conversación para saber que
compañero puede poner en cada oración.
-
Rotación
de asiento: la maestra cada día al menos por una semana cambiará de lugar a la
niña, para que de esta manera la niña pueda convivir y conocer a todos los
alumnos del salón, y así darse cuenta quien tiene gustos similares, o ver con
quien hace química, esto para propiciar el que haga amigos.
-
La
maestra deberá presentar a la niña frente al grupo y explicarle a los compañeros que ella viene de
Puebla. La maestra preguntará que quien
ha estado en Puebla, y así se propiciará la conversación para que la niña
platique acerca de su ciudad, de cómo
es, que clima hay, que comida, que tradiciones, etc.
-
La
maestra puede usar de ejemplo la ciudad de la niña para realizar diversas
actividades académicas, por decir si están viendo el tema de la alimentación,
preguntar qué es lo que más se come en
puebla; si están viendo el tema de las rimas pedir que haga una canción o un
poema referente a Puebla y que lo exponga, entre otros.
-
Se
recomienda que tanto la niña como la nueva familia sean atendidos por un
psicólogo externo. En caso de que la familia no tenga los recursos para
solventar el gasto de este servicio, la
escuela deberá canalizarla con alguna institución o asociación que pueda
apoyarla. Para esto otra recomendación para un psicopedagogo o aquel encargado
del departamento de orientación en una escuela, es que se haga un directorio
telefónico en donde se investigue y recopilen los datos de todas las
instituciones que podrían ofertar servicios gratuitos. De esta manera la
escuela estará preparada para orientar a las familias en el momento en que
surja un caso que así lo requiera.
Escrito por Crishna Balderas Moreno